La
Rebollá (Mieres), J. E. M. Amigos, personalidades sociales de Mieres y
vecinos en general se dieron cita ayer en el cementerio de La Rebollá y en la
iglesia del Convento de los Padres Pasionistas, en Mieres, para recordar a
Alfredo Visiola Rollán, histórico dirigente deportivo de la ciudad fallecido
hace ahora un año. El acto en recuerdo de Visiola, organizado por la entidad
Mierense del Año, de la que era directivo Rollán, se dividió en dos partes bien
diferenciadas. A las seis de la tarde, en el cementerio de La Rebollá, amigos,
familiares y miembros de la directiva de Mierense del Año se dieron cita en el
camposanto para llevar a cabo una ofrenda floral ante la tumba de Visiola, que
descansa junto a sus padres y una tía. La familia llegó de Gijón hace más de 65
años, cuando Rollán contaba con 10 años de edad. Su padre entró a trabajar en
Fábrica Mieres y la familia se asentó en La Rebollá, a escasos metros de la
factoría siderúrgica. Ahora, todos están enterrados en la localidad mierense.
Tras la ofrenda en el soleado cementerio, se celebró un oficio religioso en
el Convento de los Padres Pasionistas en el que actuó el Orfeón de Mieres, una
masa coral que hacía las delicias de Visiola, gran melómano. Precisamente,
atendiendo a su afición, durante las fiestas de San Juan, se celebrará un
festival coral en su honor en el que está previsto que intervengan varios coros
y la Banda de Música de Mieres.
Alfredo Visiola Rollán falleció a los 75
años de edad. Dueño de una de las más brillantes trayectorias del deporte
comarcal, se ganó un lugar de privilegio en la historia del municipio. Fue
fundador del equipo local de hockey, el Club Patín Mieres, en 1955, en cuya
presidencia permaneció 42 años y llevó a la entidad a las más altas cotas de
este deporte. El pabellón de hockey, que será totalmente remodelado, llevará su
nombre. Trabajador infatigable y mierense comprometido, la lista de
reconocimientos a los que se hizo acreedor es prácticamente incontable. Algunos
de los más significativos: medalla de oro al Mérito Deportivo, «Mierense del
año» y «Asturiano del mes» de LA NUEVA ESPAÑA en marzo de 1997. Visiola inició
su vida laboral, como su padre, en la extinta Fábrica de Mieres, para, más
tarde, integrarse en Hunosa.
La junta directiva de los galardones
Mierense del Año quiere erigir un busto en recuerdo de Visiola Rollán. El
monumento debería instalarse, según la petición planteada por el colectivo al
Ayuntamiento, en el futuro pabellón polideportivo del Batán, que llevará el
nombre del homenajeado. La junta directiva de Mierense del Año ha habilitado un
número de cuenta en la oficina de Cajastur en el barrio de San Pedro para
recibir las donaciones de aquellas personas que quieran colaborar en la
financiación del busto de Visiola. Es el número 2048 0134 65 0300093196. Una de
las peticiones de la agrupación es que se habilite una sala con los
reconocimientos y premios que Visiola recibió a lo largo de toda su trayectoria.
La sala podría estar en la Casa de Cultura.
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